
Roberta Marrero by Garbi KW
Hay ausencias que no dejan de doler porque no son solo de carne, son de energía.
Roberta Marrero fue —es— una de esas presencias que hacen que el arte queer no sea una moda, sino un linaje.
Cada vez que me planteo desmontar lo que hago, probar otro camino, romper con lo anterior,
vuelvo a mirar su obra
y la encuentro allí, como si ya hubiese pasado antes por esa misma pregunta.
Como si hubiese abierto una brecha para que podamos entrar, explorar y salir con algo en las manos.
Su mezcla de poesía, rabia, fe, archivo y estética no era un estilo:
era una forma de existir.
Y su forma de existir nos sostuvo a muchxs.
Nos enseñó a mirar el dolor de frente y convertirlo en algo bello, feroz y cargado de historia.
A cruzar símbolos, influencias, biografía y cultura con una claridad que no necesitaba explicación.
Hoy la echo de menos.
Echo de menos su mirada lúcida, su presencia salvaje, su valor.
Pero sé que está en cada trazo que nos sigue empujando hacia el arte que duele y sana a la vez.
Este retrato es un intento de abrazo.
De agradecimiento.
De continuidad.
🔥🌈
Gracias, Roberta.
Tu obra sigue ardiendo en cada unx de nosotrxs.